Quien es capaz de contestar esa pregunta, yo creo que nadie en todo el mundo tiene la respuesta a esa pregunta; hablamos del dolor que nos puede causar un hombre en nuestra vida, pero nadie te cuenta del dolor que siente una madre al perder un hijo. Todos nos imaginamos, o al menos eso decimos, pero hasta tanto no te sucede, nadie tiene una respuesta a esa pregunta.
Sabes que se siente perder una hijo?, es el vacío mas grande, pequeñas y filosas puñaladas en tu alma, dolor incesante, no hay punto de comparación, lloramos cada día, cada noche, cada minuto de nuestra vida, es un sufrimiento que no tiene fin.
Y cada noche solo quisiéramos poder abrazarlo por un minuto, llenarlos de besos, acunarlos en nuestros brazos, y sabemos que eso no es posible, que por mas que roguemos a Dios por esa posibilidad no la haremos realidad, y continúan nuestros ojos llenos de lágrimas y el alma ahogada en llanto sin fin.
Nada de lo que hagamos borrara jamas esa sensación de vacío que quedó en nuestra alma, ninguna plegaria es suficiente, nada dejara de atormentar nuestro dolorido corazón, podremos tenes 100 hijos mas, pero siempre lloraremos al que perdimos, es el sufrimiento mas grande, la tortura que no tiene fin.
Cada día comienza como todos los demás, dibujaremos una gran sonrisa en nuestros labios, para que?, para fingir ante los demás, para hacerles creer que todo esta superado y la verdad, nunca lo superas, día a día sientes que estas perdiendo un poquito de tí, que se va escapando de entre tus dedos la alegría. Que el tiempo lo cura todo, es mentira, solo aprendemos a vivir con el dolor, quien es nada mas ni nada menos que nuestra fiel compañía hasta el fin de nuestros días.
Hoy me pequeña cumpliría 9 añitos, se fue sin darme la posibilidad de demostrar cuan importante era en mi vida, Dios decidió que era mejor que este con el que conmigo, pero realmente me molesté con el por no permitirme llenarla de besos, por haberme llenado de ilusiones durante 9 meses, para que en el último momento el decidiera que debía volver a su lado.
Lo culpe, y aún hoy lo hago, me condeno diariamente al sufrimiento, la tortura de no haber podido enseñarle tantas cosas, de no haber podido ver su sonrisa en la mañana o sus llantos, de poder cambiarle el pañal y bañarla, me la quito y me dejo vacía por dentro, nada lo llena.
Dicen que debemos superar todo, que solo son pruebas, que no nos dará algo que no seamos capaces de superar, si ahora finjo que todo esta bien, pero saben lo que pienso: Que no debería poner ese tipo de pruebas, que eso es jugar con el dolor de las madres, y condenarlas día a día a una muerte segura.
